Todos conocemos a Popeye, ese marino de dibujos animados que comía espinacas para aumentar enormemente su fortaleza. Fue creado en 1929 por Elzie Crisler Segar para su tira cómica «Timble Theatre», publicada por «The New York Evening Journal». Originalmente, esta tira comenzó en 1919 y trataba de Olivia Olivo (la novia de Popeye), de su familia y de su novio en aquel momento, Ham Gravy. Popeye apareció diez años después en esta historia como personaje secundario, cuando recibió un disparo y una gallina mágica, la cual él había cuidado, le otorgó sus poderes. Poco a poco, Popeye cobró tal importancia que llegó a ser el protagonista de esta tira cómica.

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Popeye y las espinacas como primer Branded Content de la historia

El vínculo de Popeye con las espinacas surgió cuando la Cámara de Productores de Espinacas de Estados Unidos se reunió para llevar a cabo una campaña para aumentar el consumo de espinacas en un momento en el que la sociedad estaba inmersa en la Gran Depresión. Además, consideraron los resultados de un estudio realizado por el doctor alemán Von Wolff en 1870. En él se afirmaba que las espinacas contenían un alto valor de hierro, mucho más del que finalmente se descubrió que tenía décadas después. Este error se debió a que la coma decimal estaba puesta en el lugar incorrecto. Gracias a esta campaña, el consumo de espinacas aumentó en Estados Unidos un 33%. Todo ello hizo que la unión de este personaje y las espinacas se convirtiera en el primer caso de branded content de la historia, siendo uno de los personajes más conocidos por todos nosotros.

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Tras su éxito, se adaptó al cine, cómic, radio, videojuegos, e incluso se creó un sello. Actualmente siguen existiendo juguetes de Popeye, merchandising, etc. Sin duda un caso de branded content de éxito muy sorprendente.

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Y tú, ¿conocías esta historia? Si quieres leer más historias como esta te las contamos en el blog de Befresh Studio, ¿nos lees?